2 jun 2010

Maximum Ride

CAPÍTULO 13
Traducido por Bella4ever
Corregido por Zara

Su boca estaba tan seca, su cabeza le dolía, le dolía todo. Ángel parpadeó muchas veces, tratándose de despertar. Encima de ella tenía un techo de plástico color marrón oscuro. Una jaula. Una caja de perro. Un camper canino, tamaño medio. Su pensamiento borroso presionaron su cerebro, ella luchó para permanecer en una posición sentada. Ella sabía donde estaba, ella debió reconocer esa química, ese olor a desinfectante en todo el lugar. Ella sabía que era la Escuela.

Nuevo nuevo “n” y las nuevas alas, alas nuevas chica nueva. Rápidamente Ángel volvió en dirección de sus pensamientos. En la caja junto a ella estaban otros dos niños, más jóvenes que ella. Sus ojos demasiado grandes para su hambre. Caras. Directamente sobre ella.

-Hola- susurró Ángel. Ella no sintió ninguna “Bata Blanca” alrededor, sólo algunos pensamientos revueltos por estos niños. Boca. Chica nueva, alas nuevas. Los otros niños miraban sin responder. Tratando de sonreír. Ángel miraba más de cerca. Ella pensó que ambos eran niños. Uno de ellos tenía áspera y escamosa la piel, literalmente como un pez, pero sólo en parches no toda ella. No es un efecto feliz. El otro parecía…un error. El tenía dedos extra en los pies y manos y apenas tenia cuello. Sus ojos eran grandes y sobresalientes y el cabello sobre su cabeza era muy escaso. Hizo que el corazón de Ángel se hiriera con solo verlo a él.

-Yo soy Ángel- volvió a susurrar -¿Tienen nombres?-

Ruido, ruido niña mala, alas malas, ruido.

Los dos chicos la miraron asustados y se apartaron de ella, se pusieron al borde lo más lejos de su jaula.Ángel tragó fuerte, estuvo silencioso. ¿Qué pasó con Max y con los otros? ¿Ellos están en cajas también?

La puerta se abrió y unos pasos sonaron en el lineo piso. Ángel sintió la caja de los chicos temblar de pavor, enloquecidos, pensamientos arremolinados de miedo golpean sus cerebros, se acurrucaron juntos en la parte posterior de la jaula. Pero dos “Batas Blancas” se detuvieron frente a la de Ángel.

-Oh, mi Dios, Harrison estaba en lo correcto- Dijo un “bata blanca” inclinándose hacia bajo, mirando a Ángel a través de la reja. -¡La atraparon! ¿Sabes hace cuanto tiempo he querido tener uno de estos en mis manos?- Él se volvió entusiasmado hacia los demás “Batas Blancas” -¿Alguna vez has leído el informe del director acerca de este precepto grupo recombinante?-

-Si, pero no estaba seguro de creer- Dijo el otro “Bata Blanca” una mujer. -Estás diciendo que éste es el Sujeto Once, ¿Esta pequeña niña?-

El primer “Bata Blanca” frotó sus manos con alegría -Lo estas viendo- se echó hacia adelante para desenganchar la puerta de la jaula. -Vamos pequeña cosa. Estás siendo requerida en el laboratorio siete. ¡Oh, si! cuando yo seccione su cerebro…

Ángel se estremeció, entonces una mano áspera la arrastró.

Patético alivio de lavado sintieron los chicos ya que fue a ella a quien tomaron y no a ellos.

Ángel no los culpó ni un poco.

---FIN DEL CAPITULO---

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